La cocina de Casa Port era una cocina con poco espacio de almacenaje y muy poca superficie de trabajo, una cocina a la que le dimos mil vueltas para conseguir nuestro objetivo, la optimización del espacio.

 

Era una cocina en forma de "L" y anexa a la entrada de la vivienda. También tenia las escaleras adosadas al tabique que da acceso a la entrada de la cocina.

Pasamos a una cocina en forma de U, con más almacenaje y superficie de trabajo, semiabierta al salón y con el mobiliario de cocina integrado en el pasillo de la entrada, que funciona como mueble recibidor, con muebles en formas curvas para crear una estética más fluida y orgánica.

 

La problemática inicial era que no podíamos abrir del todo la cocina porque las escaleras de la casa están contiguas a la pared de la cocina, eso hacia que nos impidiera poder abrirla en su totalidad de forma longitudinal al salón, pero la falta de espacio y la necesidad de hacerla más grande nos hicieron darle la continuidad hacia el pasillo de entrada de la casa, es decir de forma transversal. Y para que la entrada quedara separada del resto del salón, instalamos una vidriera corredera de grandes dimensiones para que siempre que se quiera, se pueda cerrar.

 

El hecho de abrir un hueco de puerta más grande y conectar la cocina con la entrada generó mucha más sensación de profundidad y una entrada de luz bestial que atraviesa la casa

​

​​

Cliente: Particular

Año: 2024

Localización: Sant Andreu de Llavaneres 

​